- Nombre científico: Leopardus wiedii
- Estado de conservación en Argentina: Vulnerable
- Estado de conservación internacional (IUCN): Casi amenazado
Tamaño y apariencia
El Margay es un felino silvestre con aspecto de pequeño Ocelote (Leopardus pardalis), pero al contrario de éste presenta el rinario negro, no rosado, y la cola proporcionalmente más larga, representando ésta aproximadamente un 40% del largo total del animal, que varía entre los 90 y los 120 cm con un peso que va de los 2 a los 5 kg.
Sus orejas son redondeadas, grandes, negras por fuera y con un lunar blanco. La coloración de fondo del Margay es más amarillenta que la del Tirica (Leopardus guttulus), con manchas que forman ocelos con bordes negros y centros parduzcos o café más o menos alineadas en el dorso y en los flancos. Tiene el mentón y la zona periocular blancos al igual que el vientre.
Unas de sus características morfológicas más notables son los grandes ojos saltones, que hacen parecer su hocico más estrecho, y las grandes garras, junto con su larga cola salpicada de anillos negros.
Su pelaje es denso y grueso, lo que le vale en algunas zonas el nombre de “gato peludo”
El Margay no presenta un dimorfismo sexual notable.
Comportamiento
Por sus grandes habilidades para moverse en el estrato arbóreo se lo ha supuesto durante mucho tiempo un felino arborícola, sin embargo existe evidencia suficiente para afirmar que sus hábitos son principalmente terrestres, aunque utiliza los árboles para descansar y, en ocasiones, cazar a sus presas.
Sus adaptaciones a la dinámica arbórea incluyen metatarsos móviles y pies grandes y acolchados. Asimismo, sus pies traseros son capaces de rotar en un ángulo de 180°, lo que le permite desplegar una agilidad verdaderamente acrobática. Entre otras proezas es capaz de descender de los árboles cabeza abajo o quedar colgado de ramas con una sola extremidad. Puede también usar la cola como balancín para mantener estabilidad.
El Margay tiene hábitos solitarios y territoriales, con un patrón de actividad nocturno, aunque también ha sido registrado durante el día.
Entre sus principales presas, a las que caza mayormente en el suelo, se cuentan cuises, tapetíes, comadrejas, agutíes, colicortos, colilargos, murciélagos, mariposas, aves, lagartos, peces y excepcionalmente pequeños monos.
El período de gestación del Margay es de 76 a 84 días, luego de lo cual tiene 1 o 2 crías. Su capacidad reproductiva comienza a los 2 años de vida y pueden alcanzar una longevidad de hasta 22 años.
El Margay tiene una agilidad extraordinaria para moverse en el estrato arbóreo.
Habitat y distribución
El Margay está asociado fuertemente a selvas húmedas de la zona paranaense o de yungas, no encontrándoselo en la región chaqueña. Se lo puede hallar en zonas degradadas o antropizadas, pero siempre en el marco de un ambiente forestal. Sin embargo es menos tolerante a la modificación de su hábitat que otros felinos.
Su distribución abarca gran parte de Sudamérica, encontrándoselo desde el sur de Estados Unidos al Norte de Argentina.
En nuestro país habita las provincias de Misiones, Jujuy y Salta.
Situación
Al igual que otros felinos manchados, el Margay debió padecer históricamente una gran presión de caza con fines peleteros. Aunque su comercio no es el de otras épocas, aún a mediados de la década del 90 su piel seguía siendo traficada en el mercado ilegal. También se lo ha buscado para mascotismo.
Por supuesto, la desaparición, degradación y fragmentación de su hábitat es, al igual que en la mayoría de las especies de animales silvestres, su principal amenaza.
El Margay es un felino raro en toda su área de distribución, y la presión humana, sobre todo a través de los desmontes para el uso agrícola del suelo, generan una tendencia decreciente en sus poblaciones, lo que lo sitúa como casi amenazado a nivel mundial.
El Ocelote (Leopardus pardalis), más abundante y de mayor tamaño, parece generar, ya sea por competencia de nicho ecológico o peleas interespecíficas, una presión negativa sobre sus poblaciones, factor acrecentado por la fragmentación de su hábitat.
En Argentina se encuentra protegido en el Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Urugua-í (Misiones), los Parques Nacional El Rey y Parque Nacional Baritú (Salta) y el Parque Nacional Calilegua (Jujuy).
Principales amenazas
La principal amenaza para el Margay es la destrucción y fragmentación del habitat a causa de la expansión de la frontera agropecuaria, el desarrollo urbano y las forestaciones.
También la caza ilegal para comercializar su piel es una de las amenazas que enfrenta el Margay, al igual que la caza por ataques a animales de granja.
Otra de las amenazas que sufre es el tráfico ilegal para mascotismo.