- Nombre científico: Leopardus pardalis
- Estado de conservación en Argentina: Vulnerable
- Estado de conservación internacional (IUCN): Preocupación Menor
Tamaño y apariencia
El Ocelote es un felino de tamaño intermedio entre el Tirica (Leopardus guttulus) y el Puma (Puma concolor). Mide entre 115 y 145 cm. de largo total, de los cuales 40 a 45 cm. corresponden a la cola. El peso oscila entre los 8 y los 16 kg., siendo el macho más grande y pesado que la hembra.
En el dorso y las partes superiores ostenta un fondo bayo mientras que en las partes inferiores el fondo es blanco, y sobre ambos sectores se disponen una suerte de ocelos o manchas alargadas de borde negro que encierran un color pardo-ocráceo y que suelen formar bandas en los flancos. Dos líneas recorren desde sus orejas hasta la parte superior de los ojos, y otras dos atraviesan las mejillas. La cola se halla por lo general rodeada de anillos negros. Sus muslos, patas y frente están salpicados por manchas irregulares.
El diseño es, sin embargo, variable entre los individuos.
El rinario es rosado, pero suele estar manchado o bordeado de negro.
Los ojos varían desde el gris-oliváceo al amarillo.
El Ocelote fue considerado, por su hermoso diseño, uno de los felinos salvajes de más bello pelaje, lo cual le contrajo severas consecuencias debido al intenso tráfico de su cuero.
Comportamiento
Es una especie tímida, solitaria y sigilosa, de hábitos nocturnos o crepusculares, aunque es posible sorprenderlo a plena luz del día.
Posee una gran agilidad para moverse en el estrato arbóreo, sobre todo sobre ramas altas, donde descansa o se dedica a la captura de aves o monos. También utiliza los huecos en los árboles para refugiarse. De todas formas no desprecia el suelo, donde realiza gran parte de sus cacerías.
Entre sus presas, además de las antes mencionadas se cuentan cuises, nutrias, cachorros de corzuelas y pecaríes. Puede cazar también pequeños coatíes, lagartos overos, tapetíes, agutíes, comadrejas y carpinchos.
Parece tener dos técnicas de caza, que incluyen perseguir a su presa muy lenta y sigilosamente, pero de modo activo, o simplemente sentarse a esperar y pasar de este modo,entre 30 a 60 minutos, para luego desplazarse a otra área y recomenzar el acecho.
Su época de cría abarca desde octubre a enero, y da a luz entre 1 y 4 cachorros.
Como todos los gatos necesita de grandes territorios. Estudios a este respecto manifiestan que una población de 500 Ocelotes tendría un requerimiento de territorio de poco más de 600.000 hectáreas. Algunos estudios definen una densidad por individuo de 2 a 4 km cuadrados, aunque esto es variable según la región estudiada. En el Parque Nacional Iguazú se estima una densidad de entre 13 y 20 individuos por cada 100 km cuadrados.
Las parejas comparten territorio pero cazan por separado, reuniéndose solo en la época de cría. El período de gestación aproximado es de 70 días.
Su longevidad máxima en cautiverio fue de 20 años.
El Ocelote es considerado por muchos el felino manchado de diseño más hermoso.
Habitat y distribución
El Ocelote habita selvas tupidas y enmarañadas donde puede desplazarse por los diferentes estratos sin dificultad. Se lo encuentra en nuestro país en Selvas Paranaense (de las que puede extenderse hacia zonas aledañas de selva marginal, junto al curso de los ríos), en el Chaco Oriental y en la Selva de Yungas. Puede habitar en ocasiones ambientes alterados por el hombre, como selvas secundarias o capueras.
Su distribución mundial es extensa, y abarca desde el sudoeste de Estados Unidos hasta el norte de la provincia de Santa Fe, en Argentina, comprendiendo todas las naciones sudamericanas con excepción de Chile. Las poblaciones de nuestro país representan el límite sur de su distribución.
En Argentina el Ocelote se encuentra principalmente en Misiones, norte de Corrientes, este de Chaco y Formosa, y la cuña yungueña representada por el este de Jujuy, el centro de Salta y el centro norte de Tucumán. Existen menciones también para las provincias de Santa fe (norte) y Santiago del Estero.
Situación
Tanto la caza como la destrucción del hábitat por el desmonte y el avance de la frontera urbana representan un peligro para el Ocelote, habiendo reducido sensiblemente sus poblaciones y su área de dispersión. Antiguamente abarcaba las provincias de Entre ríos, Santa Fe y Corrientes, donde hoy prácticamente se halla extinto.
A mediados del siglo XX su piel fue muy comercializada, exportándose de Brasil y Paraguay una gran cantidad de cueros hacia Europa. Hoy día en nuestro país comparte amenaza con la mayoría de los felinos y animales selváticos, siendo su principal amenaza la destrucción y degradación de la selva donde habita.
En Brasil su población se estima en 40.000 individuos, y en nuestro país entre 1.500 y 8.000.
En Argentina se conoce la presencia del Ocelote en el Parque Nacional Iguazú y en el Parque Provincial Urugua-í (Misiones). Es probable que se encuentre en el Parque Nacional Baritú y en el Parque Nacional El Rey (Salta), Parque Nacional Campo de los Alisos (Tucumán), Parque Nacional Río Pilcomayo (Formosa), Parque Nacional El impenetrable (Chaco), en el Parque biológico Sierra de San Javier (Tucumán) y en el Parque Provincial Pampa del Indio (Chaco). En los últimos años han aparecieron registros de su presencia en el Parque Nacional Calilegua (Jujuy) y en Parque Nacional Chaco (Chaco). En el 2016 se registró un individuo en la Isla San Alonso, en los Esteros del Iberá (Corrientes).
Principales amenazas
Aún al día de hoy la caza ilegal para comercializar su piel es una de las amenazas que enfrenta el Ocelote, al igual que la caza por ataques a animales de granja.
También sufre de tráfico ilegal para mascotismo.
Por último, la principal amenaza para el Ocelote es la destrucción y fragmentación del habitat a causa de la expansión de la frontera agropecuaria, el desarrollo urbano y las forestaciones.